Están al tanto de la situación, pero consideran “intocable” a la persona señalada como acosadora, lo que, según Rosas, ha llevado a que no tomen medidas adecuadas para protegerla
Diario Humano | La Paz, Baja California Sur (BCS) – Mayra Rosas, profesora de escuela de primaria en Santa Rosalía, en Mulegé, alzó la voz en redes sociales para hacer pública una preocupante denuncia de acoso laboral y personal que afirmó estar viviendo por parte de una persona en la comunidad.
La denuncia, compartida a través de su perfil personal de Facebook, reveló una situación angustiosa en la que la docente afirmó sentirse atrapada sin ayuda adecuada por parte de las autoridades locales y educativas. Según Rosas, intentó presentar denuncias en el Ministerio Público, pero hasta el momento no ha obtenido respuestas satisfactorias.
La profesora asegura que sus superiores, incluyendo el director de la escuela primaria y los supervisores de USAER (Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular), están al tanto de la situación, pero consideran “intocable” a la persona señalada como acosadora, lo que, según Rosas, ha llevado a que no tomen medidas adecuadas para protegerla.
La acusación va más allá de lo laboral, ya que la docente afirmó que esta persona también la culpa de eventos negativos en su vida. Rosas incluso compartió fotos de daños sufridos por su automóvil, que asegura, ocurrieron mientras estaba estacionado fuera de la escuela donde trabaja.
La situación se ha vuelto tan preocupante que el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) en la entidad también está al tanto de la denuncia. Mayra Rosas relató haber enviado escritos al representante sindical local, Elmuth Castillo Sandoval.
“El oficio llegó hasta la paz, claro que se hicieron los ofendidos y se molestaron, hasta mi supervisora llegó a comentar que por qué hacía eso, que tal vez lo hacía porque quería mi cambio, pero que yo sabía que no se podía porque debo estar al menos 2 años aquí”, expresó Rosas.
“El director de la primaria también al principio quería que a mí me quitaran de su escuela, porque para él yo era la que estaba ocasionando problemas y hasta anduvo comentando que como no me conocían, a lo mejor y sí era una mala persona y estaba haciendo el daño que ella comentaba a los demás”, añadió la denunciante.
En un desesperado intento por buscar ayuda, Rosas habló con el departamento de Educación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en busca de un traslado, pero se le informó que solo podría hacerlo si presenta evidencia de daño físico o una denuncia judicial.
La docente expresa su frustración al afirmar que parece más fácil que la trasladen a ella en lugar de tomar medidas contra la persona acusada de acosarla.
La profesora hizo un llamado a la comunidad educativa y a la sociedad en general a tomar conciencia de su situación y a compartir su denuncia. Afirmó estar preocupada por su hija y su familia y dijo temer que la situación empeore y cause daños irreparables.
El caso de Mayra Rosas nos plantea preguntas importantes sobre la respuesta de las autoridades frente a las denuncias de acoso laboral y personal, así como sobre la necesidad de proteger a los educadores en situaciones similares. La denuncia de Rosas se convierte en un recordatorio de que es fundamental que se tomen medidas efectivas para garantizar un entorno de trabajo seguro y libre de acoso para todos los trabajadores de la educación en México.